domingo, 20 de junio de 2010

Things I'll never say

Diálogo en tres partes: lo que hubieran querido decir y lo que dijeron.

***************
1.


- ¿Marta?
- ¡Sergio! No me puedo creer que seas tú. ¿Cuánto llevábamos sin vernos?


****************
2. Lo que quisieron decirse y nunca se dijeron.

- Tres años, seis meses, dos semanas y tres días.
- ¿Me echaste de menos?
- Cada día. ¿Tú?
- Demasiado. Sobre todo al principio, ¿sabes? Me costó olvidarte.
- ¿Lo conseguiste?
- Pensaba que sí pero ahora comprendo que no.
- ¿Aún me quieres?
- No, claro que no. Te quise, eso es cierto. Quizás más de lo que se puede olvidar.
- Y aún queda algo, ¿cierto?
- Si, claro que sí. Siempre queda algo. De todo nos guardamos un poco. No se puede empezar de cero. Sería como negar quienes somos, de dónde venimos.
- Yo tampoco te olvidé. Pensé muchas veces en ti, en como hubieran sido las cosas si…
- ¿Me hubieras elegido?
- No, más bien pensaba en como hubieran sido las cosas contigo de haber sido más valiente, de haberme lanzado a lo desconocido.
- Pero elegiste lo que conocías. La opción fácil.
- Si. Lo peor es no saber si me equivoqué.
- Nunca lo sabremos. Eso era lo arriesgado. Podría haber fallado o haber sido la mejor decisión de tu vida. Ahora siempre será un condicional, algo con lo que soñar alguna noche.
- Habrás rehecho tu vida, imagino.
- Nunca estuvo destruida, no del todo. Fue lo que me pareció al principio y te confieso que tuve miedo. Lloré mucho entonces… pero fue pasando el tiempo y aprendí a no pensar en ti. Descubrí que había más cosas en mi vida, muchas cosas que no te implicaban. Salí adelante.
- Me alegra oírlo, de verdad. Me importaba que fueras feliz.
- Lo soy, sin duda. No sé si más o menos de lo que hubiera sido contigo pero ya nunca lo sabremos.
- Ya no somos los mismos. Hemos cambiado tanto… mírate, estás preciosa. Y se te ve tan serena, tan centrada…
- Sin embargo yo te miro y solo veo lo que fue, lo que tuvimos. Es extraño tenerte tan cerca ahora, después de haber estado tan lejos… después de todo este tiempo, de toda tu ausencia. ¿Sabes qué es lo más raro?
- No, dímelo.
- Que solo puedo recordar los buenos momentos, los recuerdos felices. Parece que todo lo malo se hubiera borrado de mi mente.
- Me gustaría volver a verte algún día. Charlar tranquilamente, tomar un café quizás… Me gustaría formar parte de tu vida, de alguna manera.
- Sabes que no es posible. Ya elegiste una vez. Saliste fuera por completo. No funcionaría, no sería posible.
- Puede que tengas razón.
- Y puede que no. Quizás me equivoque ahora, tal vez te equivocases tú hace tres años… eso nunca lo sabremos.
- No, supongo que no.

*******************
3. Lo que dijeron.

- No sé, muchísimo tiempo, ¿verdad? Por lo menos dos o tres años.
- ¡Es increíble! Estás igual que siempre, no has cambiado nada. ¿Qué tal todo?
- Bien, muy bien. ¿Y tú?
- Bien, como siempre…
- Me alegro muchísimo, Marta. Me ha encantado verte.
- Y a mí.
- A ver si te llamo algún día y tomamos un café o algo, nos ponemos al día…
- Sí, claro, cuando quieras. Bueno, me voy, que me están esperando.
- Y yo, que al final llego tarde.
- ¡Cuídate!
- Y tú, Marta. ¡Nos vemos!

No hay comentarios: