lunes, 28 de junio de 2010

8 días.


-Cuando somos felices no nos damos cuenta, eso también es injusto.

- Es cierto, deberíamos vivir la felicidad intensamente y tendríamos que poderla guardar para que en los momentos en que nos haga falta pudieramos coger un poco, del mismo modo que guardamos cereales en la despensa o recambios de papel higiénico por si se acaba.

- Debería ser así. Pero no lo es.


- Entonces improvisemos.


- Volvamos a ser felices, pasemos de los sitios típicos y de hoteles de lujo...

- Cádiz o Huelva...da igual, pero perdámonos por el mundo, por nuestro mundo.





Dejarse llevar, suena demasiado bien.

No hay comentarios: