domingo, 30 de mayo de 2010

Recuerdos..


Es mi tercer día en Bologna,es verano y hace calor. Me asomo a la ventana y se me ocurre describir todo lo que percibo de esta ciudad:

Bologna es una de esas ciudades en las que cada rincón enamora, pero sólo si te dejas enamorar por ella. Es muy granadina, muy estudiantil, muy liberal, grande y bonita. Cuando digo bonita no me refiero a sus increibles arcos ni a sus edificios o bóvedas. Sí, es cierto que la plaza central con la biblioteca nacional y sus correspondientes monumentos, son preciosos. Pero no me refiero a esa preciosidad lo que hace bonita a esta ciudad.

Cuando crees que has encontrado tu sitio, tu lugar, tu forma de vida...es ahí cuando crees que una ciudad es bonita. Bonita no físicamente sino sentimentalmente.

No importa lo que quieras hacer, porque todo puedes hacerlo en la calle. El vehículo más usual es la bicicleta, las plazas están llenas de gente tirada en el suelo, los pubs y discotecas son al aire libre, el trato a los españoles es incondicional, las universidades están todas unidas, la gente es extremadamente acogedora. No es nada cara si sabes donde ir...pizza y refresco 3 euros, botella de vino 4 euros, una postal: 1 euro. Eso sí, del tabaco ni hablamos.

Rimini o Riccione son dos pueblecitos a menos de 30 minutos en tren desde Bologna donde puedes encontrarte desde festivales de música hasta unas increíbles playas. La notte rossa y Franco Battiato hicieron que disfrutara de uno de los mejores momentos de mi vida.

En definitiva, una ciudad para conocer, para visitar, y sobre todo para disfrutar. Para vivir, y para hacerlo con un buen nivel de vida.





Nunca se sabe, ¿no?

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