Entonces se inventó la palabra "perdón", y todo el mundo piensa que tiene el derecho de hacer daño a otros. Todos hacemos daño alguna vez, aunque digamos que es "sin querer" sabemos que estamos "jodiendo" a la persona que tenemos enfrente, lo sabemos pero no podemos evitarlo. Hasta que llega ese día en el que el "kharma comes back around" y somos nosotros los que nos jodemos por estar siendo realmente jodidos. Es ahí cuando empiezas a darte cuenta de todo el daño que has hecho, no una vez...ni dos...sino tres. Y quizá, también es ahí en ese mismo punto dónde piensas: será que lo mejor está por llegar. Porque por lo menos tienes la certeza de no volver a cometer los mismos errores, podrás cometer muchos otros...pero esos: nunca más.
Lo mejor es tener a alguien que te diga en qué te has equivocado, porque si te equivocas y nadie te dice nada, es porque te consideran un caso perdido.
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