miércoles, 4 de agosto de 2010

Andadas.

Cuando algo se desordena es un placer volver a ver como todo vuelve a su sitio con solo tener un poco de paciencia. Hay algo que debemos tener siempre muy claro: la vida es un constante orden que se desordenará, una subida que acabará bajando para luego volver a subir, una felicidad que dura momentos, días, minutos o segundos para más tarde desaparecer y reaparecer cuando menos te lo esperas. Crecer consiste en saber que una subida tendrá una bajada pero hay que ser capaz de coger fuerza en esa subida para que la bajada no te hunda por completo.


El mar, el sol, la arena y mi familia han conseguido el tiempo que necesitaba para pensar y ponerle orden a las ideas de mi cabeza a la vez que intentar luchar por ellas.


Siempre he sido de pasar veranos muertos tirada hasta las tantas en la cama, pasando el dia con el ordenador y saliendo de fiesta. Ahora estoy aprendiendo que se puede trabajar, disfrutar y sobre todo aprovechar las horas del día. Por eso me siento realizada y orgullosa de mí misma.


Estoy segura que este verano marcará un antes y un despues en mi vida, no solo porque acabe la universidad sino porque estoy aprendiendo y creciendo tanto que ya no quiero dejar de hacerlo ningún día de mi vida.


Lo más importante es que los días son tan coloridos, que nadie va a venir a decirme (y yo a creerme) que las cosas son fáciles porque no lo son, pero si luchas con todas tus fuerzas...al final todo esfuerzo tiene su recompensa. Mi esfuerzo la tendrá, ya veremos si hoy o quizás mañana, pero la tendrá.


Si no hubieramos sido tan necios de no darnos cuenta de nada, no sabriamos todo lo que aprendimos a base de hostias y andadas.


Cada vez creo menos en las casualidades y más en el destino.



Que pase lo que tenga que pasar.

2 comentarios:

niñita de miel dijo...

=) que ilusion me hace saber que las ideas están claras en esa cabecitaaa :D!! te adorooo

Anónimo dijo...

me alegra leerte asi! =D