lunes, 3 de agosto de 2009

Casa sin vistas


Regreso sin querer pero queriendo…

Queriendo porque mi intención era poner en práctica todo lo aprendido en un año..

Pero sólo llevo un mes aquí y ya me siento encerrada…

Tenía tantas ganas de seguir volando y aprendiendo que deseaba volver sólo por eso..sé que aún es pronto y que sólo llevo un mes aquí..pero he vuelto y todo sigue igual…igual que siempre, nada ha cambiado en los diez meses que he estado fuera.

Nadie entiende esta situación, sólo las personas que han estado de Erasmus.

Quizás sea verdad, que los sueños son como la bebida y siempre dejan resaca.

Estos diez meses atrás cumplí el primer sueño de mi vida, y quizás por eso ahora tenga este terrible “dolor de cabeza”.

Lucharé por no quedarme aquí encerrada y por seguir cumpliendo sueños, pero es difícil en esta ciudad que es como una casa sin vistas…en la que tienes que luchar para ver la luz del día, para que algo cambie y todo no sea como siempre.

Soy impaciente porque me da miedo quedarme estancada, encerrada. Porque hay días que tengo claro lo que quiero: terminar la carrera y seguir creciendo fuera de aquí que es donde más posibilidades tendré para hacerlo. Pero por otra parte, pienso que soy un poco egoísta, por no darme cuenta de la maravillosa familia que tengo y de los grandes amigos que están a mi lado. Por que serán ellos los que algún día si todo sale bien, y decido otra vez marcharme, estarán a mi lado y esperando a que vuelva como lo han hecho hasta ahora.

Así que..No me queda más que cerrar los ojos, contar hasta diez y respirar fuerte. Repetirme mil veces “TODO LLEGA, TODO PASA” y luchar fuerte por lo que quiero y por mantener y valorar lo que tengo.

1 comentario:

Sara dijo...

Hace casi un año vine a decirte la envidia que me dabas porque te ibas de erasmus y yo volvia, sé que ahora me entiendes ;)

Pero como yo también he pasado por esto que estas pasando tú ahora, te diré que efectivamente, todo pasa y todo llega. Por muy raro que te parezca ahora que eso vaya a ser posible...

Mi consejo es que eches de menos todo aquello hasta hartarte, que mires las fotos y te pongas esa música que sabes que te va a llevar allí todas las veces que lo necesites, por muy triste que te ponga y por mucho que se te caigan las lágrimas, si te lo pide el cuerpo...¿será por algo no?

Y si tienes que volver a irte, pues es tan fácil como coger la maleta y volver a salir por la puerta.

Pero eso sí, hazlo con la mente bien abierta porque por muchas veces que te vayas nunca será para volver al mismo sitio porque todo (incluso si vuelves allí) habrá cambiado. No estarás en la misma situación y no vivirás con la misma gente.

Es decir, que el erasmus, como muchas otras cosas, lamentablemente es sólo una vez en la vida.

Con el tiempo lo recordarás como yo, con un pinchazo en el corazón pero alegrándote con toda tu alma de haber podido disfrutarlo, te lo prometo =)

Un besito guapa