martes, 15 de septiembre de 2009

No sólo respirar



Jana le pregunta a sus padres cada vez que están en un bar, por qué beben cerveza y no Fanta de naranja o zumo. Su padre siempre le contesta que es la bebida de los “mayores” y que aunque ella la haya probado y no le haya gustado, algún día cuando sea “mayor” también beberá cerveza y entenderá el por qué a los mayores les gusta tanto.

Jana hace los deberes, pinta y colorea la página del cuadernillo que la profesora le ha mandado como tarea, pero mientras observa cómo su hermana mayor llega de la Universidad muy agobiada porque al día siguiente tiene el examen de fin de carrera. Jana le pregunta a su madre el por qué Laura está tan preocupada si ella cuando va al cole se lo pasa bien, juega con los niños y la “profe” siempre la trata muy bien. Su madre le contesta, que cuando sea mayor lo entenderá, y que a medida que vamos creciendo el cole va siendo más difícil y los exámenes más complicados. – Cuando seas mayor tú también irás a la Universidad, como Laura y entenderás que hay que estudiar mucho para luego poder tener un trabajo como mamá y papá-.

Jana observa cómo papá y mamá discuten y luego mamá se va llorando a su cuarto. Jana está preocupada y le pregunta a su hermana mayor, Laura, el por qué de que sus padres discutan. – Laura, ¿por qué papá y mamá se han cabreado? Yo me he casado con un niño de mi cole y nosotros no discutimos ni nos enfadamos, además yo nunca he llorado por él - . A lo que su hermana Laura responde: No te preocupes Jana, lo de mamá y papá es una tontería y lo hacen todos los mayores cuando no se entienden bien entre ellos, ya lo entenderás cuando crezcas.


Jana crecerá, beberá cerveza y le gustará. Hará un examen final de Universidad y sabrá la responsabilidad que ello conlleva para su futuro profesional. Tendrá pareja, amará, discutirá y llorará. La inocencia que tenía de niña, sin poder remediarlo con los años irá perdiendo, pasando por la etapa de la adolescencia, en la que no será consciente del peligro ni de muchas otras cosas de su alrededor. Hasta llegar por fin a consolidar una madurez personal, y será entonces, cuando haga todas esas cosas que hacen “los mayores”.


No es solo respirar, es vivir.

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