Perdiste tu mirada.
Ella lo decía todo.
Ella lo decía todo.
Tus ojos verdes se han ido apagando a la vez que tu sonrisa. Antes, cuando te miraba me sentía protegida, ahora cuando te miro ya no me siento ni si quiera con ganas de volver a mirarte. Es extraño porque ya no te conozco...ni tu a mí tampoco. Todo y nada, amor y odio, sonrisas y lágrimas, vivir y morir. Son opuestos vitales a los que nunca pensamos llegar en sólo un segundo pero en cambio, siempre suceden en un parpadeo. Somos frágiles y tú también aunque intentes ocultarmelo con tu mirada apagada.
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