Vamos a aclarar este panorama pero primero quítate el complejo de teniente porque el amor sin libertad dura lo mismo que un estornudo. Tenéis un cero en actuación y un diez en manipulación.
Ya he aprendido la lección y sé que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos y que desconocidos pueden volverse grandes amigos, que nunca terminamos de conocer a una persona de verdad, que el “nunca más” nunca se cumple y que el “para siempre”
siempre termina.
Ya he aprendido la lección y sé que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos y que desconocidos pueden volverse grandes amigos, que nunca terminamos de conocer a una persona de verdad, que el “nunca más” nunca se cumple y que el “para siempre”
siempre termina.
Que el que arriesga no pierde nada y que perdiendo también se gana.
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